martes, 21 de julio de 2015

Ajo y cebollas

Los ajos y las cebollas tienen un olor y sabor particular que pueden gustar o no, pero nunca pasar desapercibidos. Infaltables en la cocina, también se les atribuye cierto poder mágico que hasta serviría para espantar vampiros.
Dos de los ingredientes más comunes para la elaboración de los más diversos sofritos, salteados, guarniciones, salsas… pero con una identidad tan propia como ingrediente principal de no pocas recetas. Hoy les propongo dos ricas sopas, ideal para entonarnos en estos días tan fríos. Sopa de ajo o sopa de cebolla… ¿con cuál te quedás?

Sopa de Ajo
Ingredientes

1 cabeza de ajo
1/4 de kilo pan del día anterior
1 huevo por comensal
c/n aceite de oliva
c/n trozos o fetas de jamón serrano
1 1/2 litro caldo de pollo o agua,
c/n pimentón dulce, pimienta y sal
Preparación
Trocear el trozo de pan duro en rodajas bien finas y pequeñas. Cortar las láminas de jamón en tiras bastante finas y por último pelar los dientes de ajo y cortarlos en cuartos.
Calentar el aceite de oliva en una sartén un poco profunda, una vez caliente echar los ajos, cuando estén dorados apartarlos.
Añadir un poco más de aceite a la sartén y calentarlo bien, echar las rodajas de pan y dorarlas completamente.
Una vez dorado el pan añadir una cucharadita de pimentón y apartar del fuego la sartén. Agregar el agua a la sartén, luego el ajo dorado, las tiras de jamón y poner de nuevo a calentar. Un poco de sal y pimienta y dejar unos veinte minutos a fuego medio.
Pasado este tiempo, subir la intensidad al fuego hasta que hierva la sopa. Entonces romper los huevos y echarlos a la sopa para que se vayan cuajando. En unos cinco minutos aproximadamente estarán listos para servir.

Sopa de cebollas
Ingredientes

3 cebollas
2 dientes ajo
100 gramos panceta ahumada
una cucharada manteca
una cucharada harina
un litro caldo de verduras
100 gramos queso reggianito o gruyere
sal, pimienta
8 rodajas pan casero o pan de campo
4 huevos
Preparación
Cortar la cebolla en mitades y luego a pluma bastante fina.
Laminar el ajo.
Cortar la panceta en lardons.
Rehogar la panceta sola en una sartén antiadherente. Cuando comience a dorar, agregar la manteca, la cebolla y el ajo. Sazonar con sal y pimienta.
Tapar y dejar cocinar, revolviendo de vez en cuando, unos quince minutos a fuego bajo, hasta que la cebolla esté tierna.
Agregar la harina y revolver por medio minuto con cuchara de madera.
Agregar el caldo y dejar cocinar hasta que la cebolla esté bien cocida y todos los sabores integrados. Debe quedar más bien espesa.
Rallar el queso con la parte ancha del rallador.
Disponer la sopa en cuatro bols o platos hondos. Distribuir el queso sobre cada plato y gratinar al horno bien fuerte hasta que el queso esté dorado.
Si les gusta, poner en cada plato un huevo poché, luego la sopa, luego el queso y finalmente gratinar. Servir con tostadas de pan de campo o casero.

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